Clasificación de los 84 documentales ganadores del premio Óscar
60. Navalny (Dir. Daniel Roher)
Ganador 2022.
El más reciente ganador del galardón es uno de los que más emociones contradictorias me dejan. Por una parte, los documentales políticos, creados a modo de thriller, son una debilidad personal. Navalny es interesante en su estructura, la cual funciona como un manifiesto de indignación al gobierno de Vladimir Putin. Sin embargo, por otra parte, el documental de Daniel Roher resulta cuestionable por varios motivos: es reduccionista respecto a las condiciones críticas que ha afrontado y sigue afrontando el pueblo ruso por culpa de régimen de Putin, limitando casi toda su narrativa a victimizar a su personaje titular, Alekséi Navalny, político y activista ruso opositor al gobierno.
Contar un relato político desde la única perspectiva de un líder resulta simplista y, en el caso de Navalny, tedioso, porque ofrece poco que no se haya visto en las noticias anteriormente. El envenenamiento del político en 2020 hizo eco internacional y terminó de consagrar a Navalny como una figura ejemplar para los opositores rusos, un mártir a quien seguir y admirar.
Lo otro que olvida contar el documental, además de la lucha e indignación de los ciudadanos rusos comunes por la opresión sistemática de Putin, es que Navalny es una figura que se aleja del idealismo con el que se retrata. Asimismo, la ausencia de autocrítica a sus partido y propuestas políticas (exploradas de forma vaga), resulta reprochable. En un año con grandes documentales, como Fire of Love (Sara Dosa) y All the Beauty and the Bloodshed (Laura Poitras), la victoria de Navalny solo apela a mencionar lo obvio: Putin es un líder problemático, y aparentemente, todo el que sea su opositor es un héroe.
59. He Makes Me Feel Like Dancin’ (Dir. Emile Ardolino)
Ganador 1983.
Uno de los ganadores más pintorescos y curiosos, es este simple y ameno documental sobre el coreógrafo y estrella del ballet Jacques d’Amboise, un hombre que desprende energía y entusiasmo, mientras nos lleva por el sueño más grande de su carrera: fundar el instituto nacional de danza y dar clases a niños de todos los estratos sociales. He Makes Me Feel Like Dancin’ resulta encantador, porque si algo hace bien el director Emile Ardolino es resaltar el amor del bailarín por su arte y el compromiso por instruirla a los más pequeños. El documental habla de expresión corporal y de la liberación de los sentimientos a través de la danza; sin embargo, nunca deja de sentirse como un producto televisivo de narrativa escasa.
58. The True Glory (Dirs. Carol Reed y Garson Kanin)
Ganador 1945.
Coproducida entre la Oficina de información de guerra de Estados Unidos y el Ministerio de información británico, este es el único de los documentales ganadores de los años 40 en adoptar un estilo documental más semejante al contemporáneo: entrevistas, varios narradores e imágenes de archivo. Todo para exponer la victoria de las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra Mundial y la desolación trágica que esta dejó a su paso. La edición de The True Glory es rudimentaria, pero algunas imágenes son poderosas. Destaca porque deja una sensación emocional ambigua: la guerra ya había terminado, pero arrasó con la moral y espíritu de millones de personas en el proceso.
57. The Eleanor Roosevelt Story (Dir. Richard Kaplan)
Ganador 1965.
Eleanor Roosevelt es recordada como una de las primeras damas más queridas en la historia de Estados Unidos, a pesar de desatar controversias en su momento al hablar con firmeza contra el racismo y la esclavitud, y a favor de los derechos civiles que merecían las mujeres, afroamericanos y personas de bajos recursos. Este documental, aunque sencillo y sobrio en narrativa, destaca porque fusiona utiliza con inteligencia la voz de Roosevelt para contar pasajes de su vida.
El documental en sí muestra con compasión la infancia de Roosevelt, quien quedó huérfana durante su adolescencia, y continúa hacia sus estudios y activismo social.. Es posible que la victoria del documental se deba a la nostalgia por la muerte de Roosevelt en 1962, tres años antes del estreno. No es innovador por su estructura de película para televisión, pero narra con paciencia y compromiso el legado que Roosevelt dejó en Estados Unidos.
56. Serengeti Shall Not Die (Dir. Bernhard Grzimek)
Ganador 1959.
Hoy hay cientos de documentales como Serengeti Shall Not Die, pero, en su tiempo, fue revolucionario. Esta producción alemana narra los inicios del Parque Nacional Serengeti en Tanzania, y el director Bernhard Grzimek nos guía por las infinitas planicies africanas, enfoca a los animales con neutralidad y casi ausencia de narración, y expone la importancia de crear espacios protegidos para las especies en peligro de extinción.
Una tragedia azotó la filmación del documental cuando el hijo del director murió en un accidente de avión llegando a Tanzania. La película es dedicada a él y resulta admirable que Grzimek haya decidido continuar con su proyecto a pesar de esto. El resultado es efectivo y un recordatorio del respeto que debemos tenerle a la naturaleza.
55. The Anderson Platoon (Dir. Pierre Schoendoerffer)
Ganador 1967.
Historia sobre la guerra de Vietnam que lleva el nombre del líder del pelotón estadounidense, el teniente Joseph B. Anderson. Destaca porque, pese a ser un documental bélico, no hay violencia explícita.
Se enfoca principalmente en condensar la humanidad y vulnerabilidad de los temerosos soldados que eventualmente se alejan del estereotipo de macho con el que fueron formados e interactúan con habitantes vietnamitas que consideran que no representan un peligro. La calidad de la imagen es pésima, pero es un soplo de aire fresco ver un relato lento y paciente, enfocado en las personas y sus conversaciones, durante estos años y en un entorno de guerra, indagando en el costo emocional y humano a través de la empatía.
54. World Without Sun (Dir. Jacques Cousteau)
Ganador 1964.
Jacques Cousteau era todo un personaje: biólogo marino, investigador y, posteriormente, director de cine. Recibió dos premios Óscar por documentales sobre vida marina, siendo el segundo de ellos World Without Sun. Aquí, Cousteau nos guía por el proyecto Conshelf Two en el que él y un grupo de profesionales aspiran a crear un entorno en el que los hombres puedan vivir y trabajar bajo el mar. Para esto, vivieron a 10 metros de profundidad en el Mar Rojo durante 30 días en una estructura en forma de submarino diseñada para cubrir sus necesidades y garantizar su supervivencia.
Hay algo inherentemente fascinante respecto a las profundidades del mar y los misterios que contiene, y Cousteau da precisamente eso en este documental, narrando y observando como un niño pequeño las infinitas posibilidades de encontrar nuevas formas de vida.
53. Scared Straight! (Dir. Arnold Shapiro)
Ganador 1978.
Quién recuerde el controvertido reality show de A&E Beyond Scared Straight o Terapia de shock podrá estar de acuerdo con que los métodos utilizados para llevar a jóvenes con comportamientos problemáticos por un “buen camino” eran, como mínimo, cuestionables. La serie se inspiró en el documental Scared Straight!, el cual mostraba a adolescentes de 15 a 19 años con un historial delictivo, desde el hurto y el consumo de drogas hasta actos de vandalismo y violencia.
Los jóvenes aceptaron participar en un experimento y se les llevó a una de las cárceles más infames de Nueva York a conocer a reclusos que les mostrarían como sería su futuro si no cambiaban su comportamiento. Se utiliza el terror, la intimidación y la agresión verbal para exponer lo deplorable que es el sistema penitenciario y la poca misericordia que tendrán con ellos una vez que sean adultos. Aunque hoy sepamos por investigaciones que estos métodos no son efectivos y la posibilidad de que los jóvenes vuelvan a delinquir luego de un susto de un día es alta, resulta interesante la manera en que se exponen las penosas condiciones del sistema carcelario y las crudas realidades para la juventud en zonas marginales de Estados Unidos.
52. Who Are the DeBolts? And Where Did They Get Nineteen Kids? (Dir. John Korty)
Ganador 1977.
Dorothy y Bob DeBolt, pareja estadounidense, se convirtieron en imagen de admiración por su activismo en el tema de la lucha por los derechos de las personas adoptadas. Juntos adoptaron 14 niños, la mayoría huérfanos de guerra o con discapacidades físicas y mentales, además de que ya tenía cinco hijos biológicos, sumando los 19 que dan título al documental.
Pese a que el filme nunca deja de sentirse como un reportaje televisivo, la historia es emocionalmente efectiva y responde todas las preguntas que cualquiera podría tener al leer una premisa como esta. Los DeBolt siempre cubrieron las necesidades económicas y afectivas de sus hijos, y de alguna manera, se daban abasto para dar atención individual a cada uno de ellos, promoviendo la empatía y el amor, así como resaltando constantemente que hay muchos niños discapacitados en hogares de adopción que nunca tendrán una familia porque las personas buscan un hijo para satisfacer sus ideales. Como mínimo, el documental inspira admiración por la pareja, la cual estuvo junta hasta 2013, cuando Dorothy falleció por causas naturales.
51. Just Another Missing Kid (Dir. John Zaritsky)
Ganador 1982.
Documental canadiense para la televisión que tiene el mismo formato que muchos programas de investigación criminal que hoy se producen, venden y consumen como pan caliente. Los llamados “true crime” reconstruyen la historia real de un crimen para hacerla más interesante al espectador. En este caso, la desaparición del pequeño Eric Wilson en Ottawa, en 1978, se cuenta de manera meticulosa y paciente, mientras familiares y conocidos de Eric, investigadores privados que trabajaron en el caso y hasta fuerzas policiales, aparecen contando los hechos del caso controvertido por la ineptitud de las autoridades para hacer una investigación apropiada. Just Another Missing Kid cae en todos los lugares comunes de este tipo de historias, se presenta como una pieza valiosa de periodismo que denuncia lo ineficaz que puede ser el sistema judicial en cualquier lugar del mundo.

Psicólogo desde 2018, cinéfilo de toda la vida. Se graduó en 2018 en Maracaibo, Venezuela. Tiene 24 años. Apasionado por el cine independiente y los documentales. Entre sus cineastas favoritos se encuentran Richard Linklater, Ken Loach, Kelly Reichardt, Michael Haneke y Céline Sciamma, los cuáles aprecia por su sinceridad y humanismo al entender a las personas con sus complejidades.
La película Boyhood (2014) le hizo darse cuenta de la capacidad de belleza que tiene el cine, aunque su fascinación por escribir y leer historias que le transporten a otros lugares viene desde su infancia. Le gustaría conocer cine de todas partes del mundo y especializarse en psicología clínica infantil, y quizá, algún día, escribir un guion inspirándose en sus ídolos del séptimo arte.