Clara Kovacic: sobre el terror, la música y la pandemia
Clara Kovacic: sobre el terror, la música y la pandemia
Clara Kovacic es una compositora, bailarina y actriz argentina. Ha estudiado música en el Conservatorio Juan José Castro y en la Universidad Católica Argentina (UCA), así como en Nueva York. En la actuación se ha especializado en el cine de terror con películas como Crímenes de familia (2020) y La sombra del gato (2020). Recientemente, Clara participó en El Juego de la Bruja, la cual está disponible en cines mexicanos.
Aunque la pandemia ha paralizado muchas producciones, Kovacic filmó en estos días de confinamiento La parte oscura, película en la que vive experiencias sobrenaturales mientras está aislada en su departamento. A través de una conversación en Zoom, Clara nos platica sobre este proyecto, su debut en el cine estadounidense y sus experiencias en la música y el teatro.
Queremos repasar un poquito de tu carrera. Iniciemos con tu más reciente película El juego de la Bruja, ¿qué se siente haber trabajado en una película de habla inglesa? Tu primera película de habla inglesa.
Bueno, me encantó. La verdad para mí, poder implementar los idiomas que yo conozco además del español es un placer, porque para mí, es no solo la oportunidad de aprender sino ir practicando, seguir estudiándolo constantemente.
Poder hablar diferentes idiomas te ayuda, te motiva a seguir y a entender la estética de estos idiomas, además te ayudan en la creación de personajes. Cada idioma tiene matices distintos y cada idioma define un poco como vas a interactuar. Me puso muy contenta que me hablaran para este proyecto, y bueno colaborar.
En este mismo sentido, dado el hecho de trabajar con… por ejemplo, un director uruguayo, con tu compañera que también es argentina, con un grupo de personas de muchas nacionalidades – australianas, europeas – y de muchas culturas, de muchas experiencias ¿cómo fue para ti?
A mí me encanta. Me encanta conocer culturas diferentes, obviamente yo bien. Habitualmente, tengo el placer de trabajar con gente muy talentosa, de todas partes del mundo. Gente europea de diferentes regiones y bueno eso es muy enriquecedor, te van enseñando. He trabajado con Garth Davis, el director de Top of the Lake (2013), en un cortometraje… y pues claro, todos te dan una visión diferente y aprendes mucho.
Las barreras a la hora de incorporar nuevos idiomas no son relevantes, cada uno va aportando, pues cada cultura tiene su forma de entender las diversas cintas, entonces es muy padre, como te digo, es una cosa que te emociona. Creo que al contrario cada uno va aportando, si uno no conoce una palabra o algo, el otro la complementa, la verdad es una experiencia muy enriquecedora, al final quedas más completo, más experimentado.
Para este papel, independientemente del idioma, ¿cómo te fuiste preparando? ¿Cómo te fuiste mentalizando para, las escenas de terror?
Cuando empecé a preparar el personaje yo estaba filmando una película en otra ciudad, que queda bastante lejos de donde yo vivo. Y bueno ahí recibí el guion. Yo luego iba en el autobús leyendo y leyendo, aprendiendo los diálogos, investigando, practicando. Tenía que acabar de filmar la primera cinta y luego de ahí me iba a la otra. La verdad lo disfruté, es irte metiendo y pensando cómo lo vas a hacer, cómo vas a responder; no bueno, es un proceso complicado, pero te llena.
Uno que está entre muchas cosas a la vez, vida personal y trabajo y hobbies y todo. Pues tenía que irlo pensando detenidamente lo que quería que fuera el personaje, y hablarlo con el director, con los compañeros. Entenderte y comunicarse es fundamental.
Éste es el primer largometraje de Guillermo Lockhart, el director. ¿Cómo colaboras tú en la construcción del papel y en el aprendizaje de Guillermo? Seguramente como primer largometraje no es fácil de hacer.
Qué linda pregunta. Pues mira, la verdad es que hablé mucho con Guillermo. Yo le iba diciendo mis impresiones, dudas, comentarios. Me gusta mucho hablar con directores, es un trabajo tan complicado, tan lleno de cosas, que bueno, es necesario que los actores se involucren realmente.
Yo le dije algunas ideas y él me decía “sí, fíjate que me sucedió algo así”. Entonces pues así, los dos charlábamos. Muy bonita relación guardo con la gente con la que he trabajado, le íbamos metiendo poco a poco, tratando de darle matices. No voy a hacer spoiler, pero, por eso no voy a decir de quién es quién, no, no nada de eso, pero la propuesta más interesante del personaje que interpreto es una combinación, nos sentamos a hablar y ya.
Hablando, un diálogo, también con el director y los otros actores, los del equipo técnico. Todos fuimos colaborando, es un proceso muy padre, donde de algún modo todos vamos construyendo y aprendiendo. Te digo es un proceso natural y que hasta es divertido.
Como preparación para esta entrevista, vi Jazmín (2018). Es una película diferente a todo lo que es El juego de la Bruja, ¿cómo has cambiado tu visión sobre la actuación, tu forma de interpretar y la industria?
La verdad que bien yo creo que uno va aprendiendo constantemente en la carrera actoral, con que cada uno que vas conociendo. Cómo te decía, uno va construyendo con todos, aprendiendo de todos. Y es que al menos en el cine de terror, todo es chiquito. Todo. Los presupuestos, el equipo, tienes que hacer mucho con poco, y todos nos vamos conociendo, se vuelve una pequeña familia.
En Jazmín es más un tema, un tema pop punk, y es más accidentado el trabajo de cámara. Entonces pues aprendes eso, que no estás sola, que siempre hay un equipo de 40 personas (o menos) que están mirando. Y pues te tienes que acostumbrar a eso, y al principio es difícil. Después, ya te acostumbras. Pero es verdad con los rodajes, siempre estás aprendiendo. Todavía ahora, nunca dejas de aprender. Claro, puedes llegar a conocerle más al negocio, pero nunca se acaba.
En ese sentido, dado que tu carrera se ha enfocado en el terror ¿has pensado en cambiar de género a futuro? ¿Quizá acercarte más a la comedia o comida romántica?
Me encanta mirar programas en los que la comedia y el romance predominan. También obviamente mi género preferido del terror, de plano me persiguen, pero en general me encanta el romance.
Yo adoro las comedias, pero filmar comedias es muy diferente. Si son buenas comedias, me encantaría. Ahora estoy en cuatro películas, todas de terror, pero porque pues se da. Pero sí, me gustaría cambiar, aunque de momento no hay planes, pero te repito, me encantaría.
Sé que grabaste La parte oscura durante la pandemia. ¿Cómo ves el impacto que ha tenido la pandemia en la industria desde tu perspectiva y experiencia?
Mira, dónde empiezo. La verdad es que, en muchos aspectos, muchísimas cosas, desde los protocolos. De por si es difícil y caro rodar, ahora es muy difícil. Imagina qué difícil que el terror generalmente en Latinoamérica suele ser independiente y de bajo presupuesto, ahora todo es mucho más caro. Bien, claro, si es que se produce algo, ahora se produce muy poco de otro contenido, mucho menos de terror. Imagina que diariamente se necesita formalmente hacer una prueba de COVID-19. El presupuesto explota y pues no funciona.
Es muy, muy desesperante porque desde el lado de los productores de cine pues todo se para. No sé si oíste a Tom Cruise regañando a su equipo por no seguir al pie de la letra los protocolos, pues se enoja. Él dice, nosotros tenemos trabajo, hay que seguir todo lo que nos dicen, y es que sí, todo el dinero se esfumó, todo va a tener que cambiar. Que te digo, de miedo todo esto.
El Juego de la Bruja es tu entrada al mercado internacional. ¿Has pensado en participar en una producción mexicana?
Me encantaría en el cine mexicano. Me encanta, me encanta, me encanta el cine mexicano, la verdad que tiene una calidad muy alta. De hecho, están muy de la mano de toda la gente que trabaja también en Hollywood o que le presta algún servicio a Hollywood. Uy, muchas producciones que me encantan son de mexicanos, igual hay varios con los que he coincidido en premiaciones, es una cosa enorme, me encanta. Yo vi Y tu mamá también y bueno que cosa, una cosa que me marcó. En México hay mucha plata y una producción enorme. La verdad tiene mucho reconocimiento el cine mexicano en todo el mundo, me encantaría ir. Ojalá que se dé pronto.
¿Cómo traslapas tu carrera cinematográfica con tu carrera musical? ¿qué planes tiene respecto a esta parte artística?
Pues mira, sí es medio difícil balancear. Es muy raro y más ahorita que no hay espectáculos en vivo, en fin, pues te digo, no hay nada.
Yo soy muy obsesiva y la verdad me gusta dedicarle su tiempo a cada cosa, entonces pues también no he visto tanto con tanto que filmar. Me obsesiona, entonces hasta que no termina una cinta, no puedo dedicarle todo el tiempo. No puedo sentarme a tocar el piano, para eso se necesita tranquilidad, paz, y ahora ¿en qué momento? Es casi imposible, menos tocar en vivo, hay muchas restricciones, muchísimas restricciones para los eventos.
Respecto a tu carrera en el teatro supongo que también está en ese mismo momento de pasividad por esta cuestión de la pandemia.
Te voy a contar algo que no he contado a nadie, pero por primera vez iba empezar un protagónico en una obra de teatro, a principio de año, y nos arruinó la pandemia. Íbamos a entrenar en enero para hacer la temporada de verano y nos seguimos juntando para ensayar, y pues nada, no hay nada, se nos cayó con la pandemia.
Al menos en Argentina, uno se va acostumbrando a las crisis, uno aprende a sobrevivir en circunstancias negativas desde hace por lo menos 100 años, pues siempre está ese clima político. Supongo que ésta también es una crisis de la que vamos a salir, global, pero de todo tipo: económica, social y de salud. Crisis sí, pero hay que sobreponernos, ni modo, no queda de otra. Vamos a salir adelante.
Esta entrevista ha sido editada y condensada para dar claridad.

Iván Paredes es economista, esposo, padre de familia y cinéfilo. Ha colaborado en múltiples blogs sobre pobreza, arqueología y su zona favorita de la ciudad de México, Tacubaya. Ha estado involucrado desde el inicio en Palomita de maíz, presentando sus opiniones sobre el estado del cine mexicano y la relación entre el cine y la economía. Fanático de las películas mexicanas e intentando ofrecer una mirada descubridora del cine latinoamericano, en sus planes futuros está grabar un corto. Entre sus cintas favoritas se encuentran Niños del Hombre (2006), Soylent Green (1973) y Macario (1960).