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Ciro Guerra, director colombiano nominado al Óscar, es denunciado por acoso y abuso sexual

Escrito el 24 junio, 2020 @danieladr12 @alessandra_kr
*you can read about this case in English here.

Hoy se dieron a conocer siete denuncias públicas de acoso y una de abuso sexual en contra del director y escritor colombiano Ciro Guerra. El cineasta de 39 años fue nominado al premio Óscar en 2015 por su película El abrazo de la serpiente. Además, ha trabajado con Netflix como productor de la serie Frontera verde, y debutó en el ámbito hollywoodense en 2019 con la cinta Waiting for the Barbarians, la cual está próxima a estrenarse. Este currículum le ha otorgado notoriedad en el mundo del cine internacional.

Catalina Ruiz-Navarro y Matilde de los Milagros Londoño dieron a conocer la noticia en un artículo para la publicación colombiana Volcánicas. En este reportaje revisan los testimonios de las mujeres, así como testigos cercanos, sobre las experiencias de acoso y abuso sexual de las ocho víctimas. Los relatos muestran a Ciro Guerra en una luz diferente a la que ha sido expuesto en los últimos años, y se descubre que el director exhibe patrones predatorios en contra de mujeres cercanas a él.

Los ocho casos reportados sucedieron entre 2013 y 2019, en tres ciudades de Colombia – Medellín, Bogotá y Cartagena –, así como en tres ciudades foráneas: Ciudad de México, Berlín y Nueva York. La investigación presenta numerosos testimonios, los cuales son resultado de conversaciones vía mensaje de texto y grabaciones que soportan lo declarado por las sobrevivientes y testigos.

El acusado manifestó tácticas comunes entre los diferentes casos que denuncian su abuso de poder, entre los que destacan: ofrecimiento de conexiones profesionales; conversaciones sexuales; invitaciones a su hotel y apartamento; comentarios despectivos sobre las parejas de las agredidas; el uso de la fuerza para tocar o besar sexualmente a las víctimas; y, en un caso, el uso de la fuerza para abusar sexualmente de una mujer. A lo largo de los testimonios es evidente que las sobrevivientes dicen de manera clara, reiterada y directa “No”.

El reportaje demuestra que Guerra hizo uso de la influencia que tiene en el gremio para impresionar e intentar seducir a sus víctimas y utiliza la fuerza para facilitar sus avances sexuales. Aunado a esto, se aprovechó de las relaciones laborales de las mujeres para limitar o expandir sus oportunidades de acuerdo con los resultados de los encuentros. Finalmente, procuró manipular la situación para negar el suceso o darle poca credibilidad.

Los hechos de la acusación de abuso sexual sucedieron en Bogotá en noviembre de 2013 en casa del cineasta. La víctima, del mismo gremio que Guerra, narró que intentó tener una buena relación con el cineasta porque “Es Ciro, tengo que tener una buena relación con él, es un man demasiado poderoso”. Aun así, desde que llegó a la vivienda de Guerra “sentía que algo estaba mal, estaba como estresada, pero también pensaba en que soy una mujer fuerte y que no iba a pasar nada”.

Guerra le dijo que le mostraría un tráiler “que solo ella podía ver”. Acto seguido, “Me pasó el computador y me mostró el tráiler, pero antes se paró a apagar la luz, y con la luz apagada se sentó al lado mío en el sofá; yo tenía el computador en las piernas. Me puso el brazo en los hombros y yo me sentí muy incómoda porque me estaba arrinconando en el sofá.”

Después de que Guerra se paró en contadas ocasiones al baño, y de que la besara sin permiso, “El tipo se empezó a bajar el pantalón, y me decía: ‘Es que yo solo quiero ver, déjame verte’ y yo le decía: ‘No, no más, de verdad, ya no quiero más’. Y me jaló el brazo e intentaba darme un beso, ahí yo ya no estaba tan conciliadora. Entonces me metió al cuarto, yo estaba como en piloto automático, en calzones, y me dice: ‘Solamente un ratico, yo no soy el huevón de Héctor, no va a pasar nada’.” Posteriormente, la víctima declaró que Guerra abusó sexualmente de ella.

Por su parte, las siete acusaciones de acoso sexual sucedieron en diferentes contextos, incluyendo festivales de cine (Colombian Film Festival de 2019 en Nueva York y el Festival Internacional de Cartagena en 2016 en Colombia), salidas casuales con amigos en común (idas al cine, noche de baile), un evento político (exhibición en la embajada colombiana en Berlín) y la preproducción de un proyecto cinematográfico.

Hoy por la mañana, las periodistas entrevistaron a Ciro Guerra para darle oportunidad de exponer su versión de los hechos. Durante la conversación, Guerra se mostró cerrado y negó explícitamente cualquier acusación en las preguntas directas dirigidas hacia él. Más bien, su postura fue la de defenderse a partir de su estatus como director apreciado y lo vulnerable que es ser inculpado de extralimitarse con sus colegas para ser desprestigiado.

Al preguntar sobre si sus avances sexuales en fiestas han sido abiertamente rechazados, el director respondió “a ver, ¿esto es una entrevista que va a salir publicada? Todos los hombres nos hemos acercado en algún momento a una mujer y pues es decisión de ella si, mejor dicho, uno entiende si es bienvenido o no, pero la verdad es que si una mujer uno no siente que le copia o le responde, uno no puede seguir adelante”.

Asimismo, afirmó que nunca ha abusado sexualmente de alguna mujer, pero que previamente lo habían amenazado con que le iban a querer hacer este tipo de acusaciones, pero que fue algo “que dejó pasar y a lo que no prestó atención”. Ante la información de que tenía una acusación sexual en su contra, el director respondió “¿Son cargos criminales los que me van a poner? Tengo que estar preparado para defenderme porque es una acusación muy grave, y que además no es cierta”.

De acuerdo con las declaraciones de las investigadoras, las denunciantes no tienen la intención de hacer una denuncia penal, pues no quieren pasar por el proceso de revictimización, cuestionamiento por parte del sistema judicial o el escarnio público. Más bien, a través de la denuncia pública buscan recobrar agencia sobre lo ocurrido y alertar sobre la normalización de la violencia sexual en el medio del entretenimiento, en especial en Colombia.

El movimiento de MeToo ha llegado a Colombia.

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