Cartoon Saloon: el estudio de animación irlandés que cautivó con su estilo
Con el estreno de Wolfwalkers el año pasado en Apple TV+, nuevamente ponemos atención en Cartoon Saloon, el estudio de animación que sutilmente se ha posicionado entre los grandes de la industria.
El éxito detrás de su animación está ligado al desarrollo de un estilo propio que los hace resaltar con sus producciones en pantalla, con características que pasan de lo superficial. Tomando como referencia los cuatro filmes que ha lanzado hasta el momento, el estudio irlandés ha construido una voz propia a partir de ciertos factores en común.
The Secret of Kells: la identidad visual de una cultura

Cartoon Saloon dio su salto a la pantalla grande en 2009 con The Secret of Kells, una historia ambientada en Irlanda y que gira en torno a un libro sagrado para el cristianismo celta. Aquí vemos cómo Brendan (Evan McGuire), un joven aprendiz de escribas, se ve involucrado en la terminación del libro de Kells gracias a la ayuda de su maestro y un hada que conoce a las afueras del monasterio. Esta oportunidad se ve amenazada por el avance destructivo de los Vikingos en la zona, atemorizando a quienes se refugian dentro de las fortificaciones del pueblo. Esta primera producción nos deja ver el tono que tendrá el estudio en sus próximos años, en especial por el estilo utilizado en su animación 2D.
El impacto visual que maneja Cartoon Saloon es algo que acapara los comentarios positivos, ya que solo bastan un par de escenas para deslumbrar con sus tonalidades y trazos. No obstante, lo importante viene del significado detrás de los dibujos, los cuales intentan reflejar características propias de las historias que se cuentan.
En el caso de la obra prima del estudio, se utilizó un estilo inspirado en los celtas y el arte medieval, incluyendo como referencia desde pinturas hasta vitrales. Para esto, los animadores utilizaron fondos planos y diseños caleidoscópicos. La búsqueda de identidad cultural inició con esta película, ya que, dentro de la filmografía del estudio, existe una relación directa entre el contexto de la historia y su animación.
Precisamente este vínculo debe ser el elemento más reconocible en sus películas, sobre todo al considerar que lo aprovechan durante momentos claves para reforzar la sensación de inmersión en los universos que presentan. De esta manera las ilustraciones pasan de ser un complemento, a formar su propio mensaje en las historias.
Song of the Sea: la exploración de la fantasía a través de la mitología

Con la llegada de Song of the Sea en 2014, el estudio irlandés reafirmó sus intenciones en el mundo de la animación. La historia nuevamente tomó lugar en Irlanda, pero se construyó con base en leyenda de los Selkies, seres que adaptan la forma de focas, entre otros personajes de la mitología celta.
En esta oportunidad conocemos a Saoirse (Lucy O’Connell), la última niña selkie que con su canto tiene la oportunidad de rescatar a las hadas que han sido convertidas en piedra por la poderosa búho Macha. Esto lo hará en compañía de su hermano mayor Ben (David Rawle), quien desconoce por completo la verdadera identidad de su hermana.
Éste es otro de los recursos que aparecen de forma constante en las animaciones de Cartoon Saloon: se introduce un escape de fantasía ligado a las historias que las culturas locales han traspasado. Consecuentemente, las películas del estudio explotan constantemente las posibilidades de crear un relato con el contexto local, buscando la forma de sumar y moldear distintas partes de su mitología en una historia original.
Song of the Sea es un ejemplo perfecto de cómo el estudio de animación explora personajes con leyendas propias, ya que la gran mayoría de las criaturas mencionadas en la película tienen una conexión con esas narraciones. Desde los Selkies, hasta la diosa Macha, los escritores realizaron una extensa investigación para llevar a los seres mitológicos de Irlanda a esta historia.
The Breadwinner: la construcción de una ficción con base en momentos históricos

En 2017, el estudio mostró una faceta nueva con The Breadwinner. Esta vez ofrecieron una historia que se alejaba del mundo irlandés para trasladarse a Afganistán y presentar lo ocurrido durante el Emirato Islámico.
Este esfuerzo nuevo demuestra cómo es que Cartoon Saloon, dentro de sus películas, incluye temas sociales y políticos – aunque su presencia en todas no sea tan evidente. El estudio siempre hace guiños a lo que se vive en los periodos en que centran sus historias. A partir de ese punto también fortalecieron las fuerzas antagónicas que mueven algunas tramas, desde The Secret of Kells y el conflicto con los vikingos, hasta el caso reciente de las fuerzas inglesas en Wolfwalkers.
En The Breadwinner este elemento es la fuente principal de la historia. El cambio político causado por los talibanes que tomaron la ciudad de Kabul instauró normas que se volvieron un problema para la familia central, incluyendo por ejemplo la prohibición de tránsito de mujeres sin la compañía de un hombre. Parvana (Saara Chaudry), la protagonista, se verá obligada a madurar apresuradamente para ayudar a su familia después de la detención de su padre. Es en esta parte en que vemos cómo debe sortear una alternativa para salir a la calle a buscar alimento, mientras busca una forma de que su padre recupere su libertad.
Esta película demuestra una vez más como es que el estudio define sus relatos a partir de una base histórica.
Wolfwalkers: la suma y consolidación de sus elementos

Finalmente llegamos al éxito reciente de Wolfwalkers, película que regresa la historia a tierras irlandesas y da por concluida la “trilogía de folklore”. Ésta se desarrolla en torno a la relación entre dos niñas pertenecientes a mundos que se contraponen. Robyn Goodfellowe (Honor Kneafsey) es la hija de un cazador inglés, y Mebh Óg MacTire (Eva Whittaker) es la líder de un grupo de lobos. Juntas enfrentarán la amenaza liderada por Lord Protector (Simon McBurney), quien buscan eliminar a la manada. En este filme, todos los elementos que marcaron las producciones anteriores se fusionan en una de las mejores películas de Cartoon Saloon.
El estilo de animación parece estar sacado de un libro de cuentos, característica esencial en las novedosas formas de dibujo, enfatizada en escenas específicas, incluyendo las visiones de Robyn. Estas escenas, por ejemplo, fueron realizadas con apoyo de tecnología 3D, en donde los animadores previsualizaban los movimientos que deseaban para luego dibujarlos en el formato tradicional del estudio de dibujar a mano cuadro por cuadro.
Por su parte, la fuente principal de la historia es la mitología irlandesa, específicamente las personas que se transformaban en lobo al dormirse. Este elemento es el que inspira la creación del personaje de Mebh Óg MacTíre, quien junto a su madre son parte de la tribu de los Wolfwalkers.
La película también hace referencia al contexto político de los 1600. Aunque en el filme únicamente se conoce como Lord Protector, el equipo detrás del filme ha admitido que esta persona representa a Oliver Cromwell, general inglés que lideró la guerra en contra del Rey Carlos I durante la Guerra Civil Británica. De esta manera, Cromwell se convierte en la contraposición que lleva a la película a construir su mensaje social, también marcado por la protección de medio ambiente.
El equipo de Cartoon Saloon ya ha demostrado con su corta filmografía que es capaz de llevar a la pantalla grande animaciones únicas, con un estilo patentado que se construye bajo una cuidadosa animación y un discurso cultural y social resonante. Es cierto que aún quedan detalles por mejorar en la construcción de sus guiones, pero eso no es impedimento para que ya se hayan convertido en referentes en la industria. Debemos mantenernos atentos a lo que tienen preparado para el futuro, entre lo que se encuentra una adaptación de My Father’s Dragon, en asociación con Netflix.
